Malota: «siempre he dibujado por placer sin pensar en lo que estaba de moda…»

Hablar de Mar Hernández (Jaén, 1980) es hacerlo de la ilustración en mayúsculas. Más conocida como Malota – su sello personal – es todo un referente en el circuito internacional, de actividad prolífica y reconocimiento por parte de los compañeros profesionales.

Su carrera que cumple ahora más de 12 años se mide en bellas ilustraciones siempre creativas que dejan una impronta puramente Malota. Personajes surgidos de una imaginación desbordante que le ha valido numerosos premios y colaboraciones con agencias como McCann Erickson Istambul, Satchi y Satchi o SCPF.

Su libro “Hacia Ningún Lugar, una Colección de Silencios” ganó en 2015 tres premios Anuaria y el Premio al Mejor Libro Ilustrado de la Comunidad Valenciana, otorgado por la Consejería de Cultura.

Versátil artista en distintos formatos, su trabajo ha sido promovido en varias exposiciones tal es el caso de Common People. Recientemente su proyecto para una empresa australiana llamada “LOBO” ha sido seleccionado entre más de 3.300 propuestas de 75 países, entre los 200 nominados a los World Illustration Awards 2018, organizados por The Association of Illustrators (AOI).

U.D Hola Mar! los premios World Illustration Awards 2018 parecen la culminación de una exitosa carrera. Muchos profesionales de la ilustración sueñan con este hito, y tú ya lo has conseguido aún con toda una carrera por delante

¿Cómo vives estos momentos? ¿Lo pensabas posible o ha sido toda una sorpresa?

Malota: Sí, los World Illustration Awards son unos premios muy importantes, y estoy muy contenta con la selección de dos de mis proyectos, significa que de algún modo estoy haciendo las cosas bien.

Vivo estos momentos con alegría y con energía para seguir con mis proyectos y mi trabajo. No sé si ha sido un sorpresa, pero sí una gran alegría.

U.D Lo cierto es que tu carrera se podría calificar sin lugar a dudas de exitosa. Algunos esperan vivir de su vocación, pero tú no sólo lo has conseguido sino además estás recibiendo un notorio reconocimiento

¿Cuáles son tus próximas metas? ¿Ser tan admirada en tu profesión supone elevar el nivel de autoexigencia para mantener la calidad del trabajo?

Malota: Mi meta es siempre la misma, ser lo más feliz posible con lo que hago, sentirme feliz con lo que soy y lo que tengo.

Respecto al tema de la exigencia, yo siempre he sido muy exigente conmigo misma, ya cuando era niña mi madre lo detectó y siempre me ha animado a que me relaje un poco, a que descanse más y sea menos autoexigente, mi madre me regañaba porque estudiaba “demasiado” jaja.

Soy muy perfeccionista y trato de cuidar los detalles todo lo que puedo, me gusta sentir que he dado en cada proyecto todo lo que ha estado en mi mano. Creo que ésta va a ser siempre mi forma de ser y mi manera de trabajar.

U.D Hay quien dice que el éxito y/o reconocimiento profesional tiene una parte de suerte, pero viendo tu trayectoria “te lo has currado” mucho. Eres doctora en Bellas Artes por la Universidad Politécnica de València, y, actualmente, profesora en la Escuela Superior de Arte y Tecnología (ESAT) y en el máster de Diseño e Ilustración de la Politècnica

¿Cuán de importante es la formación en el ámbito de la ilustración? ¿Qué piensas de los profesionales autodidactas?

Malota: Cuando yo estudié mi carrera no existía formación específica para ser ilustrador como ocurre hoy, yo estudié Bellas Artes, y evidentemente hay muchas cosas en común entre el arte y la ilustración. Para mí, poder estudiar mi licenciatura me permitió tener el tiempo y el lugar para desarrollar proyectos, también me permitió estar rodeada de un montón de gente, profesores y compañeros de clase a los que les gustaba lo mismo que a mí y con los que, en mayor o menor medida, estaba en sintonía.

Yo creo que la formación es muy importante y hay que saber aprovecharla con una actitud proactiva, debemos ser curiosos, trabajadores y aprovechar al máximo todo lo que los demás nos pueden aportar.

Por otro lado yo nunca he dejado de ser alumna, a pesar de que también soy profesora, estudio cerámica, también voy a clases de claqué… uno de mis hobbies favoritos es aprender.

Ser autodidacta es otra posibilidad, más solitaria tal vez, aunque hay grandes profesionales que han aprendido lo que saben de forma autodidacta.

U.D La impronta de tus trabajos es muy reconocible, el sello Malota. Precisamente marcar la diferencia y ser reconocible es uno de los valores más apreciados en la definición de la marca personal

¿En tus inicios te costó alcanzar esta singularidad? En este sentido ¿Cuál ha sido la evolución de Malota hasta el día de hoy? ¿Hay que dejarse influir por las tendencias o seguir tu instinto?

Malota:

Sé que el tema del estilo es algo que preocupa mucho a los ilustradores que comienzan, yo nunca he estado demasiado preocupada por encontrar mi voz, siempre he dibujado por placer sin pararme demasiado a pensar si lo que dibujaba estaba o no de moda.

Con el paso de los años la ilustración comenzó a ponerse de moda y para entonces yo ya había dibujado tanto que lo hacía con lo que llamamos un estilo personal que no es más que una repetición de fórmulas con las que nos sentimos a gusto.

En mi opinión, el estilo llega con el tiempo y con el trabajo y en mi caso no fue algo que buscara de manera consciente, fue un poso, algo que ocurrió de manera inconsciente y natural, una consecuencia casi ineludible.

El estilo puede en ocasiones convertirse en un corsé, si nos hacemos famosos por un estilo en concreto y este estilo es poco flexible puede ocurrir que aunque queramos evolucionar, algo que a mi me parece natural y lógico, no podremos hacerlo porque los clientes querrán nuestro estilo de siempre, el reconocible.

Respecto a lo que me preguntas de dejarse o no influir por las tendencias o seguir nuestro instinto, creo que es muy importante tener cultura visual y para esto debemos ver y analizar lo que se está haciendo ahora y lo que se hizo antes, también hay que nutrirse de otras cosas, de lecturas, de viajes, películas y series y casi cualquier cosa es susceptible de ser inspiración.

Después el reto está en convertir esa inspiración en tu trabajo, en tu manera personal de ilustrar y para eso hace falta tiempo y mucho trabajo.

U.D En la actualidad las redes sociales son una herramienta muy útil para mostrar el trabajo personal. Hay quién las usa para vanagloriarse o simple “postureo”, en tu caso tiene una visión más profesional.

¿En qué medida las redes sociales influyen en tu trabajo? ¿Cuál es tu experiencia al respecto?

Malota: Las redes sociales actualmente son una ventana para que los demás puedan conocer lo que hacemos y también un lugar donde ver los proyectos de otras personas. También sirven para muchas otras cosas pero a mi esas cosas no me interesan demasiado.

Creo que hay que ser conscientes también de que las redes a veces proyectan una realidad que no es del todo real y pueden llegar a ser una trampa y algo que nos genere ansiedad y malestar.

U.D Por último ¿Qué consejos darías a todos aquellos jóvenes que quieren trabajar en el ámbito de la ilustración?

Malota: Mi consejo es que busquen la satisfacción y la felicidad en su trabajo, en sus proyectos, en las cosas que hacen y que no busquen la satisfacción en los likes o en los comentarios de las redes.

Con el paso del tiempo uno se siente orgulloso de ese libro que ilustró para la editorial “x” y que ahora está en su estantería… los likes y los comentarios son una satisfacción inmediata que caduca demasiado rápido y que no trasciende.

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