Los más perezosos necesitan incentivos extra para ponerse a hacer ejercicio, en cambio los motivados no necesitan pretextos a la hora de sudar la camiseta. Si al ejercicio sumamos música los cuerpos siguen el ritmo casi por inercia y es que esta combinación es casi imprescindible en los gimnasios de hoy en día.

En un paso más lejos los gimnasios intentan mimetizarse con las discotecas pero sin abandonar su último objetivo: ponerse en forma. Esta es precisamente la filosofía del disco spin, que como su propio nombre indica, supone un giro emocionante a las clases de spinning tradicionales. 

Las luces de neón iluminan a los deportistas que bailan con movimientos coreografiados al tiempo que tonifican sus músculos sobre la bicicleta.

La última tendencia en fitness causa furor en todo Estados Unidos, Francia, Bélgica y Asia. Pronto llegará al resto del mundo. Los instructores de spinning ahora están sincronizando su música con un DJ en vivo en el estudio, gimnasio o club. 

Es el caso del spin studio Chicago Athletic Clubs que en ocasiones más bien parece un club nocturno que un gimnasio. Las luces negras y los altavoces brindan la atmósfera nocturna en la ciudad, al tiempo que su instructor colabora estrechamente con el DJ para controlar la música.

Con similar sintonía Club Cycle en Pittsburgh se especializa en sesiones de ciclismo con banda sonora. Cada clase está categorizada por un tema, desde los"80's vs. 90's "a" Miley Cyrus vs. Half Lovato. El estudio ofrece treinta clases; cada una proyecta música de una era, género o artista distinto.

En las sesiones de 45 minutos se queman aproximadamente 500 calorías, pero ese cálculo se perfecciona tras asistir a una sesión.

Después de completar una clase, hay una lista de estadísticas que incluye el recuento de calorías, la presión arterial y los esfuerzos durante la clase. Estas métricas se compilan en una línea de tiempo de su desempeño en cada sesión.

Los amantes de esta disciplina tienen oportunidades únicas de imbuirse día y noche.  Es el caso de las 25 horas de ciclismo indoor en Enghien (Bélgica) que se convierte en un verdaddero espectáculo digno de las mejores discotecas. 100 por ciento de entusiasmo y un poco de vogue en un ambiente disco.