La era digital ha revolucionado nuestra forma de comunicarnos y también de aprender. Las conocidas como TIC (Tecnologías de la Información y Comunicación) están facilitando los procesos de enseñanza-aprendizaje derribando las barreras de la escuela tradicional.  Estos recursos didácticos despiertan y desarrollan el interés en los niños, haciendo que el aprendizaje sea más significativo.

Esto abre una nueva etapa donde el aprendizaje también puede combinarse con la vertiente lúdica, aprender explorando e incluso divirtiéndose. Esa es la tesis que defiende el prestigioso músico Antonio Zimmerman reconocido por su labor en la composición y ahora también por ser pionero en la educación musical. 

A través de su reciente videojuego Oir está transformando el modo en que entendemos la música, haciéndose accesible a todo el mundo que quiera aprender y nunca antes se había atrevido. 

Aprender música jugando

De chico yo era tremendamente desafinado. Tanto que a los 11 años me echaron del coro de primaria. Me pasé el resto del año sentado en un rincón mientras mis compañeritos cantaban. Al año siguiente, mi tía favorita me llevó a tomar clases de piano. Un mundo se abrió: improvisación, composición, banditas de rock, sintetizadores.

La música me dio algo que nunca había tenido: una forma de expresar lo que sentía.

Un maestro nunca echaría de una clase de matemática o literatura a un alumno solamente porque le cueste sumar o tenga problemas con los verbos. Pero en música es bastante común que se premie a los talentosos y se margine a los mediocres. Yo era mediocre, pero más mediocre era el sistema educativo que permitía esa situación.

Empezar con la música es como aprender a andar en bicicleta. No hace falta ser un dotado para aprender a pedalear, requiere coordinación y práctica, pero está al alcance de cualquiera. Lo realmente imposible es enseñarle a andar en bicicleta a 30 alumnos a la vez. Con la música es igual, por eso tanta gente aprende tomando clases particulares.

Con la tecnología eso está cambiando, ya hay juegos para comenzar a aprender música. Uno de ellos es Oir, que está disponible gratis para iOS y en unos meses llegará a Android. Es un juego que hice para que todos puedan iniciarse en la música. Comienza con niveles muy sencillos y progresivamente se va haciendo más difícil.

Hice este juego porque creo que jugar es la mejor forma de aprender. Para aprender hay que entretenerse, entusiasmarse, pasarla bien. También lo hice porque la música permite expresar los sentimientos más diversos. Y creo que todos deberían poder expresarse a través de la música.

La música no debe ser territorio exclusivo de los músicos. Todos sacamos fotos con un móvil sin ser fotógrafos, y las mostramos con orgullo. Todos bailamos en una fiesta sin ser bailarines.

Los músicos nos hemos adueñado de la música con la complicidad del sistema educativo. Eso debe cambiar. Y con la ayuda de la tecnología cualquiera puede comenzar a aprender música de la mejor forma: jugando.