Desde su fundación en 1953 la revista Playboy ha representado un trampolín a la fama para muchas chicas que pueden tener motivaciones múltiples. En el caso de España figurar en la portada de la extinta Interviú era el sueño dorado de aquellas/os que querían despegar o relanzar su carrera y/o hacer un bonito desnudo en esta revista de prestigio.

Marilyn Monroe, Pamela Anderson, Carmen Electra o Kate Moss son algunos de los rostros y cuerpos que han lucido en Playboy, y por capacidad de proyección han intensificado su imagen de sex symbols.

También los hombres replicaron en la homóloga Playgirl para satisfacción del público femenino y gay. Quizás con más recelo para enseñar sus encantos son menos los famosos masculinos que han aparecido en portada con poca ropa (Lorenzo Lamas, Mark Wahlberg, David Duchovny…). 

No hay dudas que el narcisismo y la osadía son buenas razones para realizar este tipo de posados, aun a riesgo de algunos prejuicios sobre su idoneidad o frivolidad en el desarrollo de una carrera dedicada a la imagen propia.

Sin embargo el hecho de aparecer en una revista de esta trascendencia ya es signo de exclusividad, atendiendo que son tantos los que quisieran y solo unos pocos pueden hacerlo; por condición de unos cánones físicos, popularidad emergente etc.

Un motivo no menos importante son los ceros del cheque que reciben las personas que posan por prestar su imagen, una cantidad que varía, claro está, en función de la relevancia del personaje.

Sin embargo la época de los desnudos hoy no es tanto una novedad o concesión única de los mass media. La era digital no solo ha democratizado la información sino también los desnudos.

Basta estar en una de las redes sociales para lucir el cuerpo en todo sus esplendor, muy a pesar de la censura de Instagram que no puede evitar que sus usuarios publiquen fotos más que sugerentes. Más de 4 millones de publicaciones con el hashtag #naked, más de 100.000 con el hashtag #nakedwoman y #nakedmen. 

Podríamos decir que Instagram vive una revolución del 'destape' donde anónimos y famosos premian a sus seguidores con desnudos por doquier, algo que tal vez podría acuñarse como 'síndrome de chic@s Playboy'.  De forma mucho más accesible los usuarios exhiben su cuerpo no necesariamente por dinero sino como forma de disparar su número de seguidores. 

Paradojicamente son muchos los famosos que se quejan de que los paparazzis quieren 'cazar' su desnudo, si bien no todos están por la labor de desnudarse en sus redes sociales. Caso especial son los desnudos para que no sean 'robados' precisamente por los paparazzis u otras personas ajenas con fines de extorsión. Así lo hizo la cantante Sia quien enseñó su culo en las redes puesto que alguien iba a vender unas fotos de ella desnuda.